Un olor a tabaco y café…como aquella canción de Bacilos, aunque hemos cambiado Chanel por el café… Hay muchas formas de conocer la auténtica Cuba: callejear La Habana, bailar salsa a media mañana, coger un almendrón, disfrutar de sus mojitos, hablar con los cubanos, perderte en Cienfuegos, broncearte en Varadero, los Cayos y un largo etc,… Sin embargo, hay un lugar que nos gusta sobre el resto y os lo descubrimos en este artículo. Se trata de Viñales, un auténtico capricho de la naturaleza que os va a enamorar. Es como estar dentro de un cuadro.
Existe el mojito cubano, el son cubano, la salsa cubana y…el verde cubano. Desde La Habana hacia Pinar del Río, municipio donde se encuentra Viñales, el entorno es realmente sobrecogedor. Las tonalidades van cambiando y te dejan ensimismado. Es un regalo de la naturaleza en forma de Valle, en forma de Mogote. Bienvenidos al paraíso rural.
Índice
MIRADOR «BALCÓN DEL VALLE»
La primera vez que fuimos a Viñales íbamos buscando el mirador del Hotel Los Jazmines. Casualmente, nos encontramos con este pequeño bar-mirador «Balcón del Valle» mucho más acogedor y menos masificado, y prácticamente al lado del Hotel. Lo primero que hicimos fue disfrutar aquí de una excelente limonada. Y con estas vistas… ¡imagínate el espectáculo!
Estás volando sobre todo el Valle de Viñales, una auténtico capricho de la naturaleza. Si te coincide la puesta de sol es genial, las sombras de los Mogotes van llenando el Valle para dar entrada a la noche pero también tiene unas vistas espectaculares durante todo el resto del día. Esto que ves es el Valle del Silencio. Nada ni nadie te molesta, únicamente el sonido de las aves que revolotean en el entorno o, a veces, las gallinas del bar que deambulan por el lugar.
Desde aquí podrás ver el Mogote Pita que es donde se encuentra el Mural de la Prehistoria, lugar sobre el que os hablamos en este artículo. La perspectiva opuesta a este Mogote se verá desde los Acuáticos. Es muy habitual observar aves típicas de Cuba como el tocororo (ave nacional), el ruiseñor, el negrito, el cabrero, el zunzún y un largo etcétera hasta llegar a 40 especies de aves diferentes.
Para nosotros, siempre que viene una visita, es una parada obligatoria.
RUTA POR «LOS ACUÁTICOS»
Antonia Izquierdo es la protagonista de esta linda historia. Su hijo más pequeño cayó enfermo y ella no tenía dinero para que lo atendieran. Corrían los años 30 y, curiosamente, en Cuba, la salud era cara. Cuando no tienes recursos, rezas. Y esto es lo que hizo la conocida como la curandera de los Cayos. Dicen que se le apareció la Virgen y le aseguró que su hijo quedaría curado y a cambio le dio poderes divinos para aliviar el dolor de otros. Pero para ello, solamente podía utilizar el agua. De ahí el nombre de este lugar que, para nosotros, es el lugar más bonito de la isla.
Os recomendamos contratar un guía para realizar el circuito de subida de unos 2 km, ya que los caminos no están señalizados ni son intuitivos. Lo puedes hacer andando o, lo mejor, es realizarlo a caballo, ya que la subida es un poco dura y en esta isla hace mucho calor.
La ruta que hacemos siempre comienza en la casa del guía local que nos acompaña ya que está en el inicio del camino (si queréis el contacto nos lo podéis pedir, ya que es un chico majísimo muy conocedor del lugar). Nosotros la hemos realizado a pie y a caballo y sin duda esta última modalidad te permite conectar con lo rural y disfrutar de una auténtica experiencia.
La primera parada es un secadero de tabaco. Un campesino muy amable te explica de manera sencilla el proceso de la semilla al cigarro (puro).
La industria del tabaco proporciona empleo a unas 8.000 personas y su proceso es completamente manual. Se trata de una de las industrias donde no se recomienda que se mecanice. De la planta al puro; de fumar, fumar sano. Aquí te venden el tabaco natural que si quieres comprar os recomendamos que lo hagáis mejor aquí antes que en las calles de La Habana, en donde la pureza se pierde y aparecen «aditivos» que no te gustará conocer.
Luego conectarás con lo más rural de Cuba hasta llegar al Valle de la Penitencia. ¡Es impresionante! Eres el protagonista de un cuadro. Nada más llegar, dejas los caballo al lado de un laguito rodeado de un árbol precioso. Continúas el camino a pie hasta una pequeña cabaña para descansar y disfrutar de un excelente mojito y de la panorámica más impresionante. Verás aquí una plantación de piñas muy curiosa así como la perspectiva opuesta del Mogote que os hablamos al principio.
Al descender, irás disfrutando de las plantaciones de tabaco y del entorno que te rodea.
MURAL DE LA PREHISTORIA
Justo antes de la Revolución cubana, en 1959, el pintor Leovigildo González Morillo creó esta pintura que, realmente, sorprende nada más llegar, entre otras cosas por su gran altura. Es como un fresco al aire libre que representa la evolución del ser humano y de los animales a través del tiempo. Se ven representadas figuras humanas y animales como osos, moluscos y reptiles sobre fondos de colores. Cuando llegas, la altura del mural y los colores son increíbles.
El entorno es muy bonito y agradable. Se puede pasear tranquilamente y es una zona perfecta para niños. Hay una vaca jorobada con la papada larga que nunca habíamos visto, típica de Cuba, donde los niños pueden dar un paseo seguro, acompañados del propietario.
Hay una ruta de senderismo indicada como «mirador» que te puede llevar a la parte más alta del mural, pero, ¡ojo!, no es nada fácil, incluso podríamos decir que es peligrosa. Nosotros, la primera vez nos perdimos, nos rompimos la ropa y no llegamos al mirador. La segunda vez que subimos llegamos, pero, insistimos que no está bien indicada y no es apta para niños ni personas mayores o con poca movilidad. Incluso hay que hacer un poco de escalada. En una ocasión, se perdieron dos personas y pasaron la noche hasta que los encontraron unos campesinos al día siguiente justo al otro lado del muro.
LA NOCHE DE VIÑALES
A pesar de que se trata de un pueblo muy pequeño, tiene mucha vida nocturna y es muy alegre. Eso sí, se concentra todo en la avenida central. Al llegar la noche, sobre las 8 de la tarde, comienzan a cerrar la calle al tráfico y los bares comienzan a sacar sus mesas y sillas. Es increíble como el espacio privado ocupa el espacio público y todo se convierte en una fiesta. Puedes bailar salsa y reggaetón al más puro estilo cubano, tomarte un mojito o una piña colada con música en directo hasta altas horas de la noche. La verdad, el nivel de baile aquí es top y podrás responder a las amables invitaciones de los locales para bailar. Rápidamente, improvisan un escenario donde los más jóvenes reggaetoneros exponen sus creaciones que en el futuro bailaremos en el resto del mundo.
FINCA AGROECOLÓGICA EL PARAISO
Un lugar al que acudimos siempre que vamos a Viñales es a la Finca Agroecológica «El Paraíso». Se encuentra muy próximo del centro de Viñales y por un módico precio de 15 CUC puedes degustar un menú cerrado de comida ecológica, ingredientes naturales, sabrosos y, la mayor parte, cultivados allí mismo. La cantidad de comida es muy abundante!
Lo más interesante del lugar es poder ver la zona de cultivo. La tienen muy bien organizada, por cultivos rotatorios y hasta haciendo un lindo paisaje con terrazas y cercas. También podrás disfrutar de una maravillosa vista al Valle ya que se encuentra en una lugar más alto que el centro del pueblo.
CUEVA DEL INDIO
Esta Cueva seguramente será un lugar que todo turista recorrerá a su llegada a Viñales. Se encuentra a menos de 1km del centro por lo que es muy accesible. A tu llegada te adentrarás hasta lo profundo de la Cueva por unas rutas perfectamente marcadas. Al final, una lancha a motor te estará esperando para hacer un pequeño circuito por el río San Vicente que recorre el interior. Solamente se puede navegar un kilómetro.
Durante el trayecto, totalmente iluminado, podrás ver diferentes siluetas representadas en las rocas, que el personal del barco te irá mostrando e informando. Hay restos de pinturas rupestres, así como estalactitas y estalagmitas, que prueban la existencia de civilizaciones precolombinas en este lugar.
Al finalizar el recorrido, la lancha sale al exterior por una grieta muy curiosa hasta el punto de desembarco. La duración es muy corta.
Para nosotros no es una visita imprescindible ni muy recomendable, ya que no llama mucho la atención su interior. Si has visto otras cuevas en otros lugares del mundo, seguramente no te marcará mucho.
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