Precisamente en este año 2019 se cumplen 200 años de la creación de la ciudad de Cienfuegos, la inspiración francesa en Cuba. Y es que el francés Don Luis D´Clouet creó esta perla mezclando la arquitectura ecléctica y colonial con el ambiente caribeño. Es la única ciudad de Latinoamérica que fue fundada por franceses y el resultado, como no podía ser de otro modo, es extraordinario. Entendiendo el contexto cultural y social, podríamos decir que Cienfuegos es el París de Cuba.
Palacio del Valle
CUÁNDO IR
Si lo que te apetece es playa y sumergirte en pleno Caribe para bucear, te recomendamos viajar entre enero y abril. Sin embargo, si lo que te apetece es un poco de fiesta y diversión, entre agosto y septiembre se celebra el Festival de Benny Moré (el sonero mayor de Cuba) y el Carnaval de Cienfuegos.
En cualquier momento, realmente, es bueno para hacer tu visita a esta hermosa villa. Al ser una ciudad del sur, pocas veces ha sido azotada por huracanes, que para nosotros, es la principal razón de viajar en un momento u otro del año. Como ya seguramente sepáis, la época de huracanes en Cuba comienza en junio y finaliza en noviembre.
En general, un único día es suficiente para ver este París de Cuba que es Cienfuegos. Podrás hacer una parada en tu ruta a Trinidad o de vuelta a La Habana. El camino desde la Habana es de unas 3 horas y por una carretera que no está nada mal. Recuerda que, aunque uses Maps.me o Googlemaps, aquí en Cuba hay que añadir una media hora más entre trayectos.
QUÉ VER
Primeramente, nos gustaría decir que Cienfuegos es una de las ciudades más limpias que hemos visto en Cuba, con diferencia. Pero también es la ciudad con el ambiente más peculiar. Ya lo veréis.
Esta ciudad podríamos dividirla en dos partes: una central donde está Prado y el Parque José Martí, y la zona de Punta Gorda.
Nosotros siempre que fuimos, visitamos primero el centro de la ciudad y acabamos en Punta Gorda.
Si sigues nuestro recorrido, la primera parada es el Parque José Martí (antigua Plaza de Armas), el corazón de Cienfuegos y en torno a él gira todo el atractivo turístico. El edificio más importante del parque es el Palacio Ferrer, que data de finales del siglo XIX, lo verás justo aparecer detrás del pequeño Arco del Triunfo que hay al final de la plaza. Construido por un catalán, te llamará la atención su preciosa fachada de color azul cielo y podrás imaginar el poder adquisitivo de sus antiguos propietarios.
Parque José Martí
El Arco del Triunfo es algo único en Cuba y aquí es donde verás, sobre todo, ese aire de París en Cuba que te hablábamos al principio. Salvando las diferencias, claro. Otro elemento curioso de este conjunto francés es el cenador, kiosko o palco de la música que se encuentra en el centro de la plaza, al lado del monumento a José Martí.
Finalmente tres edificios más llamarán tu atención en este lugar: el teatro Tomás Terry (que cuando fuimos nosotros estaba en proceso de restauración), el Museo Provincial y, como tampoco podía faltar, la Catedral de la Purísima Concepción.
Pero lo que más llama nuestra atención siempre en estos lugares del interior de Cuba es el ambiente y la alegría de la gente. En el medio de la plaza, con su punto wifi, verás una gran cantidad de personas lo que le confiere un ambiente festivo al lugar.
Una vez finalizada esta zona, te recomendamos dirigirte hacia Punta Gorda por el Paseo de Prado. Grandes arcadas en sus laterales y un promenade central acompañado de árboles, te seguirán haciendo soñar que estás en el viejo continente. En tu trayecto verás que Cienfuegos también tiene su propio malecón. Aparte de ser más pequeño que el de La Habana, está mucho mejor cuidado y es un lugar fantástico para que puedas disfrutar del amanecer o atardecer rodeado de palmeras y de la brisa que emana la arquitectura colonial del siglo XIX. Mientras, la Bahía de Jagua (nombre inicial de la ciudad), permanece tranquila.
Paseo de Prado
Podríamos decir que Punta Gorda es como estar en una pequeña parte de Marbella o de Miami. Este es un lugar rodeado de mansiones de más de cien años que los comerciantes del azúcar de la época tenían como capricho.
Al final de esta península, emerge el Palacio del Valle, que es uno de los lugares más visitados. Y es que este edificio colonial de 1917 es impresionante, tanto por dentro como por fuera. De hecho, es una mezcla de árabe, neoclásico y gótico-romántico. Las tres torres son completamente diferentes. Es una experiencia increíble visitar el mirador. Podrás ver toda la ciudad disfrutando del encanto inigualable de la música cubana y por supuesto de un mojito. En cualquier rincón de este país, hay gente cantando y tocando. Es genial. Tiene un efecto multiplicador. Puedes estar en cualquier esquina que, al escuchar de fondo esta música cubana, te convierte el momento en especial.
Palacio del Valle
Continuando hacia La Punta podrás dar un paseo e incluso un chapuzón en un parque que finaliza en el mar. Pero, sin duda, para nosotros siempre hay una parada en este trayecto. Es el restaurante Villa Lagarto. No solo se come muy bien si no que el entorno es inigualable: naturaleza por dentro rodeado de mar.
Villa Lagarto
Finalizado esta ruta no puedes dejar de desplazarte a un tercer punto: el cementerio La Reina. Este cementerio es un monumento nacional del año 1837. Es el cementerio más antiguo de la ciudad. A pesar de ser un cementerio desprende un gran encanto. Podrás ver un sin fin de esculturas, con unas talladuras magnificas y un cuidado con el detalle asombroso. Aquí hay algunas esculturas que sin duda merecen la pena. Por supuesto, la más sobresaliente es la Bella Durmiente dedicada a una joven que murió de mal de amores. El acceso a este lugar es por una decrépita carretera tras pasar por una pobre colección de trenes que componen el Parque de las Locomotoras. Puedes decidir hacer esta pequeña visita tu solo o en compañía de una encantadora señora que te esperará en la puerta y te explicará todos los secretos del camposanto.
cementerio La Reina
Si te gusta este turismo un poco tétrico hay otro cementerio, que nosotros no hemos visitado, pero que también es un punto de interés. Se trata de la Necrópolis Tomás Acea, más nuevo y mejor conservado.
Como veis no todo es turismo de sol y playa. Una vez que te adentras en la isla te quedas sorprendido de lo fascinante que es la historia y cultura de este país, en donde se mezclan españoles, franceses, americanos, africanos, etc y dan lugar a un mestizaje cultural sin precedentes.
Punta Gorda
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