Si lo que buscas es un lugar para descansar, broncearte y dar agradables paseos por la orilla, Cayo Levisa es la mejor elección. La verdad, hemos quedado fascinados en este cayo de 4 km donde te puedes perder entre imperfectos manglares, arena blanca y agua transparente. No es el más famoso y por eso es el mejor. Es paz, es tranquilidad, es magia, es lo que estabas buscando. Es Cayo Levisa, el paraíso rodeado de manglares.
Índice
CÓMO LLEGAR
El destino merece la pena, sobre todo, si te quieres alejar de la ruidosa Habana.
La carretera para llegar al embarcadero no es muy buena, así que prepárate para un viaje lento y con curvas. Desde La Habana no es un viaje muy largo: alrededor de 2 horas y 30 minutos.
Puedes llegar de 3 formas diferentes: en tu propio coche, en un taxi o en un autobús desde Viñales en una excursión de un día. Desde La Habana no hemos encontrado ningún autobús que te lleve hasta el puerto, pero sí sabemos que el viaje en taxi ida y vuelta ronda los 150-175 CUC si lo haces en el mismo día. En el muelle, hay un aparcamiento vigilado 24 horas por un precio de 2 CUC por si lo decides hacer en coche.
Cayo Levisa es uno de los pocos Cayos visitables que no tiene una conexión por carretera en Cuba. Para llegar allí es necesario coger un barco en una pequeña localidad llamada Palma Rubia que, en 30 minutos, te dejará en el embarcadero de Levisa. Hay dos barcos diferentes: uno parece un «yate» y el otro una casa flotante. Si quieres ir en el «yate», que es un pelín más rápido, tienes que ponerte en las primeras filas de la cola a la ida y en las últimas a la vuelta. Te ahorrarás algunas esperas. Tienes la opción de ir a pasar el día o quedarte a dormir.
Embarcadero Palma Rubia
Una vez allí, la estructura turística es escasa. Solamente hay un hotel con 78 cabañas en plena playa. En general, te podemos decir que se trata de un hotel antiguo y que necesita una buena reforma, aparte de mejorar sustancialmente la oferta gastronómica. La amabilidad del personal es increíble y el hotel ofrece algunas actividades deportivas como buceo o el submarinismo, el cual te recomendamos porque el agua es cristalina. Podrás conocer una formación coralina, la Corona de San Carlos, donde te mezclarás con diversas especies de la fauna marina. El hotel no dispone de servicio de animación y eso es genial para el descanso. Curiosamente, los cubanos no pueden acceder a este lugar (salvo el personal).
Hotel Cayo Levisa
A pesar de todo, es un lugar fantástico porque apenas hay turistas. A diferencia de Varadero, Cayo Largo, Cayo Coco y otros lugares de la isla, no es un Cayo masificado porque no tiene un gran resort y no es especialmente fácil llegar. El precio, también, es un poco alto. En temporada alta oscila los 200 CUC por habitación y dos personas, que incluye un desayuno, una comida y una cena, además del barco i/v, pero no es un todo incluido como en el resto de lugares.
LA PLAYA
Playa «Central»
El Cayo forma parte del archipiélago de los Colorados y tiene una hermosísima playa de arena blanca y fina donde tienes la oportunidad de relajarte casi en soledad. Para nosotros la playa tiene 3 partes bien distintas:
- la central: está pegada al hotel y tiene abundantes hamacas. Suele ser la zona en donde se quedan los turistas que van y vuelven el mismo día
- la izquierda: llegarás después de un pequeño embarcadero y tienes 1,5 km de arenal para pasear. Generalmente hay muy pocos turistas ya que apenas hay infraestructura
- la derecha: tendrás que caminar un poquito pero llegarás a una playa solitaria en donde te sentirás en un paraíso.
Punta Arenas
Si optas por la zona derecha, toda vez que inicias el paseo, te adentras en una zona preciosa de manglares naturales sobre el agua que desemboca en playa Punta Arena, donde estarás prácticamente solo.
Zona de manglares
Naturaleza salvaje, pelícanos, cangrejos,…Entre otros animales, nos solemos encontrar con estrellas de mar y numerosos peces disfrutando de la libertad de la naturaleza. Es un paseo que recomendamos hacer y donde experimentarás la belleza de este paraíso. El otro lado del cayo es un lugar inaccesible repleto de manglares y vegetación.
EL ATARDECER Y EL AMANECER
El espectáculo del atardecer merece un capítulo aparte. En función de la época del año en la que vayas, lo verás a la izquierda de la playa o en la playa central.
El cielo de noche es una fiesta. Casi lloramos. Jamás habíamos visto un cielo tan perfecto y brillante. Estar acostado en una de esas camas/hamacas viendo el espectáculo de cielo estrellado es algo inolvidable.
Para los que os guste correr, nos encanta levantarnos a las 7 de la mañana para hacer 10 o 15 km en este extraordinario lugar. Desde los bungalows, hacia el final de la playa de la izquierda y hacia el final de la playa de la derecha, hay 5 km. A esa hora, disfrutarás de una luz y una calma inigualable. En cualquier caso, la sensación de levantarte y observar el mar desde la terraza de la habitación es alucinante.
Si quieres sentir la refrescante sensación de zambullirte en una piscina natural, mirar cómo tus huellas desaparecen en la arena mojada mientras disfrutas de un agradable paseo, el sonido del mar o la suave brisa de una noche tranquila, estás en lugar perfecto.
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